viernes, 29 de agosto de 2008

Padre Nuestro meditado

Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Uno de sus discípulos le pidió a Jesús que los enseñara a orar y Él lo hizo, enseñándoles la oración del Padrenuestro. Es así como Jesús nos regaló esta oración siendo la oración cristiana fundamental, la que todos nos sabemos, grandes y chicos, la que rezamos en la casa, en el colegio, en la Misa. A esta oración también se le llama “Oración del Señor” porque nos la dejó Cristo y en esta oración pedimos las cosas en el orden que nos convienen. Dios sabe que es lo mejor para nosotros. A través del Padrenuestro vamos a hablar con nuestro Padre Dios. Se trata de vivir las palabras de esta oración, no solo de repetirlas sin fijarnos en lo que estamos diciendo. El Padrenuestro está formado por un saludo y siete peticiones.

Saludo

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN E L CIELO. Con esta pequeña frase nos ponemos en presencia de Dios para adorarle, amarle y bendecirle.

¡PADRE! : Al decirle Padre, nosotros nos reconocemos como hijos suyos y tenemos el deseo y el compromiso de portarnos como hijos de Dios, tratar de parecernos a Él. Confiamos en Dios porque es nuestro Padre.

PADRE “NUESTRO”: Al decir Padre Nuestro reconocemos todas las promesas de amor de Dios hacia nosotros. Dios ha querido ser nuestro Padre y Él es un Padre bueno, fiel y que nos ama muchísimo. “Padre Nuestro” porque es mío, de Jesús y de todos los cristianos.

“QUE ESTÁS EN EL CIELO”: El cielo no es un lugar sino una manera de estar. Dios está en los corazones que confían y creen en Él. Dios puede habitar en nosotros si se lo permitimos. Dios no está fuera del mundo, sino que su presencia abarca más allá de todo lo que podemos ver y tocar.

Las siete peticiones

Después de ponernos en presencia de Dios, desde nuestro corazón diremos siete peticiones, siete bendiciones. Las tres primeras son para dar gloria al Padre, son los deseos de un hijo que ama a su Padre sobre todas las cosas. Las cuatro últimas le pedimos su ayuda, su gracia.

1.SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: Con esto decimos que Dios sea alabado, santificado en cada nación, en cada hombre. Depende de nuestra vida y de nuestra oración que su nombre sea santificado o no. Pedimos que sea santificado por nosotros que estamos en Él, pero también por los otros a los que todavía no les llega la gracia de Dios. Expresamos a Dios nuestro deseo de que todos los hombres lo conozcan y le estén agradecidos por su amor.
Expresamos nuestro deseo de que el nombre de Dios sea pronunicado por todos los hombres de una manera santa, para bendecirlo y no para blasfemar contra él. Nos comprometemos a bendecir el nombre de Dios con nuestra propia vida.

2.VENGA A NOSOTROS TU REINO: Al hablar del Reino de Dios, nos referimos a hacerlo presente en nuestra vida de todos los días, a tener a Cristo en nosotros para darlo a los demás y así hacer crecer su Reino; y también nos referimos a que esperamos a que Cristo regrese y sea la venida final del Reino de Dios.
Cristo vino a la Tierra por primera vez como hombre y nació humildemente en un establo. En el fin del mundo, cuando llegue la Resurrección de los muertos y el juicio final, Cristo volverá a venir a la Tierra, pero esta vez como Rey y desde ese momento reinará para siempre sobre todos los hombres. Se trata de ayudar en la Evangelización y conversión de todos los hombres. Hacer apostolado para que todos los hombres lo conozcan, lo amen.
Pedimos el crecimiento del Reino de Dios en nuestras vidas, el retorno de Cristo y la venida final su Reino.

3.HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO: La voluntad de Dios, lo que quiere Dios para nosotros es nuestra salvación, es que lleguemos a estar con Él.
Le pedimos que nuestra voluntad se una a la suya para que en nuestra vida tratemos de salvar a los hombres. Que en la tierra el error sea desterrado, que reine la verdad, que el vicio sea destruido y que florezcan las virtudes.

4.DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA: Al decir “danos” nos estamos dirigiendo a nuestro Padre con toda la confianza con la que se dirige un hijo a un padre.
Al decir “nuestro pan” nos referimos tanto al pan de comida para satisfacer nuestras necesidades materiales como al pan del alma para satisfacer nuestras necesidades espirituales. En el mundo hay hambre de estos dos tipos, por lo que nosotros podemos ayudar a nuestros hermanos necesitados.

5. PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS: Los hombres pecamos y nos alejamos de Dios, por eso necesitamos pedirle perdón cuando lo ofendemos. Para poder recibir el amor de Dios necesitamos un corazón limpio y puro, no un corazón duro que no perdone los demás.
COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN: Este perdón debe nacer del fondo del corazón. Para esto necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo y recordar que el amor es más fuerte que el pecado.

6. NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN
El pecado es el fruto de consentir la tentación, de decir sí a las invitaciones que nos hace el demonio para obrar mal. Le pedimos que no nos deje tomar el camino que conduce hacia el pecado, hacia el mal. El Espíritu Santo nos ayuda a decir no a la tentación. Hay que orar mucho para no caer en tentación.

7. Y LÍBRANOS DEL MAL
El mal es Satanás, el ángel rebelde. La pedimos a Dios que nos guarde de las astucias del demonio. Pedimos por los males presentes, pasados y futuros. Pedimos estar en paz y en gracia para la venida de Cristo.

AMÉN: Así sea.

Como te das cuenta, al rezar el Padrenuestro, le pides mucha ayuda a Dios que seguramente Él te va a dar y al mismo tiempo te comprometes a vivir como hijo de Dios.

martes, 26 de agosto de 2008

CONGRESO BÍBLICO ECUMÉNICO SE EFECTUARÁ EN TALCA


En conferencia de prensa desarrollada en la mañana del martes 19 de agosto fue anunciada la segunda versión del Congreso Bíblico titulado “Los excluidos y la construcción del reino”, que se desarrollará del 22 al 24 de agosto, organizado por la Diócesis de Talca, la Dirección de Extensión y la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la Universidad Católica del Maule (UCM).El padre Mario Molina Guaita, Vicario General de la Diócesis, expresó “que un congreso que estudie la Biblia de forma seria ycientífica tiene una importancia enorme, porque fue un libro escrito hace muchísimo tiempo. Entonces cualquier conocimiento de la época, de los géneros literarios de ese tiempo es algo importante para interpretarlo”.
En tanto, el doctor César Lambert, Decano de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la UCM, destacó que una de las principales líneas de acción de trabajo de la Facultad es la teología bíblica. Y también “es importante nuestra inserción en la Región del Maule, y este congreso cumple con la misión de insertarse en lo que ocurre en la Diócesis de Talca”.

Refiriéndose al lema del Congreso: “Los excluidos y la construcción del reino”, el profesor Lambert afirmó que “las sociedades humanes siempre generan formas de exclusión, las que van variando y tomando nuevos matices. Por eso, el anuncio del Evangelio tiene que reflexionar sobre este interlocutor excluido que va cambiando, que no es el mismo de hace 10 ó 50 años”.
“El pueblo de Dios necesita un espacio de reflexión para su vivencia de fe, y por otra parte la universidad necesita estar cerca de esta experiencia. Si una Facultad, una de cuyas áreas es la teología, no se acerca a esta experiencia del pueblo de Dios se transforma, en el sentido negativo de la palabra, en pura teoría”, concluyó el académico.

Por su parte, Juan Lara, hablando como Pastor de la Iglesia Evangélica, señaló buscar un acercamiento al tema del ecumenismo. “El propósito de este Congreso es llevar a la reflexión bíblica a la mayor parte de personas: biblistas, líderes parroquiales, pastores, maestros de Biblia y al pueblo mismo. Es importante que la gente aprenda a leer la Biblia, a interpretarla y que tengan sus propias vivencias a través de la Palabra de Dios, Palabra que consideramos es la que transforma la vida del ser humano (…) Lo que nos va unir en este Congreso es Jesucristo por medio de su Palabra”, agregó Juan Lara.


Asimismo, el coordinador del II Congreso Bíblico, el padre César Carbullanca, destacó el sentido ecuménico de la actividad: “Si antiguamente la Biblia era un libro que separaba a las confesiones, en la actualidad gracias Dios es un libro que nos está uniendo, por eso la idea del Congreso es invitar a todos los que quieran participar: evangélicos, católicos con y sin participación parroquial, no creyentes. El lema del Congreso nos invita a conversar de nuestra realidad, de nuestra región, a la luz de la Palabra de Dios”.Dentro de los invitados se resaltó la presencia del biblista brasileño Paulo Nogueira, Pastor Evangélico, profesor de la Universidad Metodista de Sao Paulo, experto en Nuevo Testamento, y él tendrá a cargo la ponencia “Interpretar la Biblia en América Latina. Desafíos propuestos por al cultura popular”.
Este II Congreso Bíblico se efectuará en el Centro de Extensión y en el campus San Miguel de la UCM. Para obtener más información se puede llamar a los teléfonos 203577 (UCM) ó 616158 (Obispado), o al correo electrónico tmaldona@ucm.cl. La inscripción tiene un valor de 2 mil 500 pesos.

lunes, 25 de agosto de 2008

¿Sabes lo que dices cuando rezas el Credo?

Explicación del Credo
Las verdades de nuestra religión, de nuestra fe católica se encuentran en la oración del Credo. El Credo es lo que creemos los católicos. Si alguien de otra religión nos pregunta ¿qué es lo que creen ustedes los católicos? podemos contestarle con todo lo que rezamos en el Credo. Podemos decir que es como un resumen de nuestra religión.

El Credo está dividido en tres partes:
La primera parte habla de Dios Padre y de la obra de la Creación.
La segunda parte habla de Dios Hijo y de la Redención de los hombres.
La tercera parte habla de Dios Espíritu Santo y de nuestra santificación.

Estas tres partes contienen doce artículos que abarcan las principales verdades en las que creemos los católicos. Estos doce artículos son:

1. Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la Tierra.
2. Jesucristo, Hijo único de Dios.
3. Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nacido de María la Virgen.
4. Jesús fue crucificado, muerto y sepultado.
5. Jesús descendió a los infiernos y al tercer día resucitó.
6. Jesús subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre.
7. Jesús vendrá a juzgar a vivos muertos.
8. El Espíritu Santo.
9. La Iglesia una, santa, católica y apostólica y la comunión de los santos.
10. El perdón de los pecados.
11. La resurreción de los muertos.
12. La vida eterna.

Si nos fijamos bien en todo lo que creemos nos vamos a dar cuenta de lo importante que es Dios y de como nos amó tanto que nos entregó a su Hijo Jesús para salvarnos. Se quedó con nosotros en la Iglesia, nos perdona y nos promete volver a venir.

Todo lo que creemos lo debemos de vivir. Debemos demostrar con nuestras obras que creemos en Dios. Se debe notar la diferencia entre un niño que no tiene fe y un niño que sí tiene fe. La vida se vive diferente. Por ejemplo, si yo creo que tengo un Padre Todopoderoso que vela por mí, mis acciones deberán demostrar esa seguridad y confianza. Si yo creo en la Iglesia, la voy a ayudar.

El Credo es una forma de profesar nuestra fe. Otra forma de profesar nuestra fe es haciendo la señal de la cruz, que es la señal del cristiano. ¿Qué expresamos cuando nos persignamos? Decimos que creemos en Dios que es uno en tres personas distintas. Esto lo hacemos al decir “En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Al trazar la señal de la cruz en nuestro cuerpo, expresamos que creemos en la Encarnación, Pasión y Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

Al rezar el Credo entramos en comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y con toda la Iglesia

Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Monseñor Fernando Chomali


Algunos jóvenes no quieren vivir



Señor Director:

Duele cuando un joven se quita la vida. Es algo que no nos deja indiferentes. La juventud se asocia a grandes intereses e ideales. Se asocia a estudio, a proyecto de vida de cara al futuro. Juventud se asocia a enamorarse, a soñar, a lanzarse a la vida para conquistar grandes metas. Sin embargo, a la luz de los tristes acontecimientos de los que hemos sido testigos, pareciera ser que para muchos jóvenes se acabaron los sueños, los ideales. La vida se les presenta como una desgracia, como una fatalidad de la que hay que liberarse. Y la forma de hacerlo es quitándose la vida.

Es lamentable saber que el suicidio juvenil es mucho más común de lo que uno se imagina. Y dado que es absolutamente contradictorio con el principio más propio de los seres humanos de cuidar la vida, nos interpela y nos impulsa a buscar las causas y las posibles soluciones.

Seamos sinceros: el mundo y la sociedad se presentan para muchos jóvenes como algo hostil. Hostil, porque viven carentes de amor, carentes de sentido, carentes de trascendencia. Es doloroso saber que un número no menor de jóvenes no tienen una experiencia de sentirse amados, queridos, escuchados, respetados sencillamente por el hecho de existir. Muchos se sienten de más. Se suma a este hecho una concepción materialista de la vida, en la cual la trama social nos hace creer que para ser feliz hay que tener dinero, ser exitoso, ser un ganador. Ello lleva a que haya personas de primera categoría, los ganadores, y de segunda, los perdedores, quienes por supuesto bajo esta óptica sobran.

Estoy cierto de que si la educación estuviese más volcada a enseñarnos a compartir y a valorar nuestra existencia como un gran don y una gran posibilidad, y no tanto a competir, la situación de esos jóvenes hubiese sido otra. ¿Quién nos ayuda a encontrarle sentido a la vida, a darle un rumbo por el que valga la pena esforzarse?

No podemos negar que son muchos los factores que inducen a un joven a atentar en contra de su vida. Una funcionaria del Ministerio de Salud decía en una entrevista radial que estos jóvenes tenían "un dolor en el alma". No puedo estar más de acuerdo con este diagnóstico. Dolor en el alma, porque la dimensión trascendente de la vida fue cambiada por un inmediatismo inconducente. Un dolor en el alma, porque se insiste en promover una sociedad al margen de Dios o como si Dios no existiera. Dolor en el alma, porque el horizonte de desarrollo de todas sus capacidades es truncado por falta de oportunidades y porque, peor aún, quienes tienen la responsabilidad de velar por el bien común y generar las instancias que nos lleven a aquello se sirven de sus cargos en beneficio propio. Aunque parezca un poco exagerado, los tristes episodios de corrupción que hemos apreciado en este último tiempo en nuestro país y en el continente entristecen el alma de estos jóvenes y los cierra a la esperanza.

Soy un convencido de que si queremos jóvenes más sanos, si queremos menos consumo de droga y de alcohol, si queremos menos suicidios, no queda otra opción que fortalecer a la familia. El gran desafío de nuestro país es que cada joven tenga una familia, tenga un padre y una madre, tenga identidad. Con fuerza resuenan las palabras de Juan Pablo II en Chile: el futuro de la humanidad pasa por la familia. El gran desafío es, reconociendo el valor del desarrollo económico, darle una cualificación más humana que integre y no separe, especialmente a los más vulnerables de la sociedad.

Por último, promover a todo nivel el valor de la dimensión religiosa del ser humano es una urgencia en estos tiempos. Los invito a conocer, promover y apoyar la labor que realiza la Iglesia Católica y otras comunidades que día a día nos recuerdan que somos hijos de Dios, que nos ama entrañablemente y que no estamos de más, sino que somos únicos, amables y que tenemos una altísima dignidad y que estamos para colaborar por un mundo mejor con los talentos que el mismo Dios nos ha dado.

Llegó la hora de revisar cada una de nuestras acciones y preguntarnos seriamente si son fuente de vida o de muerte. No veo otra forma de salir de esta herida que tanto nos duele: algunos de nuestros jóvenes no quieren vivir porque han perdido la esperanza.

+FERNANDO CHOMALI G.
Obispo Auxiliar de Santiago

viernes, 22 de agosto de 2008

Monseñor Carlos González


En una concurrida conferencia de prensa Monseñor Carlos González Cruchaga, antiguo obispo de Talca, presentó el 22 de agosto su última publicación titulada “¿Quién es Jesús?”.
Refiriéndose al libro, don Carlos comentó que nosotros tenemos una religión heredada. “Desde niños repetimos frases, repetimos hechos, eso es una fe infantil. Es importante revisar nuestra fe como adultos, como gente que hace una opción personal por Jesucristo”.
“La idea es tratar de presentar la imagen de Jesús en forma viva y atrayente. Ojalá que este conocimiento de que Jesús es el eje de las cosas llegue a la gente. Vivimos descentrados, nos faltan ejes, la gente vive sin saber para qué, mucho consumismo, mucha televisión, mucho Señor de la Querencia. Jesús es la gran línea de acción en la vida”, afirmó el obispo.
El sentido de la muerte
En segundo lugar, don Carlos se explayó sobre su salud. “Estoy agradecido de Dios porque he vivido 87 años. Dios sabe por qué hace las cosas, me ha ido muy bien en la vida, y estoy en la buena con Dios. No estoy rebelado contra Dios ni molesto, todo lo contrario. Hay que mirar las cosas con tranquilidad, serenidad, con mucha paz. Es un tiempo muy hermoso e interesante. Me recuerda mucho a Alberto Hurtado quien decía ‘estoy como neumático viejo’, pero para allá vamos. Que importante es saber eso, las cosas hay que orientarlas. A Santa Teresa de Jesús, una monja vieja, le avisaron que se iba a morir y ella dijo ‘ya habrá tiempo Señor’, y es una gran verdad”, agregó el Pastor.
Ante la alarma por su estado salud, don Carlos recalcó “que el sentido de la muerte es muy importante y hay que abordarla con cariño; hay que ponerle afán porque es la hermana muerte, es el paso normal de todo cristiano, el paso a la casa de Dios”.
Futuros alcaldes
También se refirió a la contingencia política. Monseñor González señaló que le “gustaría un alcalde para Talca y para todo el país, que tuviera visión. Un alcalde que pensara en limpiar la ciudad, un alcalde que tuviera imaginación para darle rostro a la ciudad, un alcalde apoyado por el personal competente y no por los cupos políticos (…) Durante esta campaña busquemos alcaldes que sean servidores y eficientes”.
Don Carlos González agradeció la preocupación de todas las personas por su salud, por las constantes visitas que recibe en su casa, las que son sin duda un gesto grande de cariño.
El libro “¿Quién es Jesús?” se puede adquirir en las librerías Maranatha de Curicó

lunes, 18 de agosto de 2008

Dia de la solidaridad

El Sábado 16 de Agosto se realizo en nuestra Parroquia el día de la solidaridad por lo cual se visitaron las Villas y Poblaciones de nuestro sector, solicitando una cooperación en alimentos no perecibles.

La respuesta a esta iniciativa fue muy bien recibida por nuestros vecinos con lo cual muchos hermanos que están pasando por momentos dificiles podrán contar con alimentos en un corto plazo.

domingo, 17 de agosto de 2008

Entrega nuevos testamentos

Entrega de nuevos testamentos a jóvenes que se estan preparando para la Primera Comunión
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ENCUENTRO DIOCESANO 2008


Un Encuentro Diocesano marcado por la culminación del Sínodo de Juventud fue la principal característica de esta fiesta de nuestra Iglesia, que se desarrolló el viernes 15 de agosto en el Gimnasio Regional de Talca, congregando a miles de personas las que, a pesar del mal tiempo, se dieron cita de forma entusiasta en este evento.
A las once de la mañana comenzó la actividad con la presentación de marionetas gigantes, que representaban a dos jóvenes (mujer y

y hombre) que narraban la experiencia del Sínodo de Juventud, además de todo el proceso juvenil vivido los últimos 15 años. Las marionetas también tuvieron un ameno diálogo con el Señor.
Luego se dio a inicio a la Eucaristía presidida por Monseñor Horacio Valenzuela. En primer término el Obispo recordó el relató del Evangelio que ha acompañado el Sínodo Diocesano de Juventud: “Amigos, ¿qué buscan? Vengan y verán”. “Este encuentro con Jesús

le dio a la vida de Juan y Andrés una dirección nueva, una luz nueva, una alegría y una paz que nunca antes habían conocido. Hoy también el Señor camina por aquí y nos invita a su casa a quedarnos con Él. Jesús nos invita a todos a tener el mismo encuentro que cambió la vida de Juan y Andrés”, dijo el Pastor.
Tiempo de Sínodo, tiempo de encuentro con JesúsEl Sínodo ha ido por ese camino, favorecer el encuentro de los
jóvenes con el Señor, agregó don Horacio. “Necesitamos despertar en nuestro Iglesia diocesana una nueva pasión misionera para que en nuestros colegios, liceos, en los lugares de trabajo, universidades y hospitales, en el deporte, en la cárceles, en el comercio, en todas partes, muchos hermanos vuelvan a escuchar personalmente la pregunta de Jesús: ¿Qué buscas?”, puntualizó.
“Jesús nunca nos dijo que el camino sería fácil o sin cruces. Lo que nos pidió Jesús es que no tuviéramos miedo; lo que nos prometió es que Él estaría siempre con nosotros, que la muerte no nos vencería y que nuestra alegría sería completa. Un mundo mejor es posible y urgente, un mundo donde Dios sea más amado. Queridos jóvenes, ustedes son generosos e inteligentes y saben que no podemos esperar que otros cambien las cosas para cambiar nosotros”, manifestó el Obispo de Talca.

“No podemos quedarnos quietos cuando sabemos que miles de jóvenes malgastan la vida persiguiendo ilusiones. No podemos quedarnos tranquilos viendo las carreras clandestinas sin freno ni dirección. Carreras sin metas que satisfagan el alma. Si no tenemos razones para vivir buscaremos formas de morir, caminos hacia la tristeza y la soledad. Queridos jóvenes, si dejamos entrar al Señor en nuestra vida las cosas serán mejores. No se van a terminar todos los sufrimientos, pero estamos seguros que la sociedad será mejor”, añadió el Prelado.

María: esperanza para el mundo“En este día de la Asunción de la Virgen María al Cielo, contemplamos la culminación de una vida totalmente marcada por Dios. Gracias al encuentro humilde y oculto con Dios, esta joven niña de Nazaret se hizo portadora de la esperanza del mundo. María se hizo el puente por el cual bajó la esperanza a este mundo. Gracias a la colaboración de María la historia del mundo vivió su momento más decisivo. Como fruto del Sínodo soñemos con una estampida de jóvenes, que como la Virgen María llenos de Cristo,
salgan de sus casas y de sus cosas y lleven la alegría y el amor de Dios en el alma, amor que es garantía de tiempos mejores. Sean profetas de este tiempo nuevo, mensajeros de su amor, capaces de atraer a la gente hacia el Padre y de construir un futuro de esperanza para toda la humanidad”, concluyó Mons. Valenzuela.
Posteriormente, el padre Felipe Egaña, Vicario de Talca, dio a conocer al obispo el documento que contiene las conclusiones del tiempo de Sínodo de Juventud, que la Iglesia diocesana ha discernido para evangelizar de mejor manera el mundo de los jóvenes.
Al culminar la celebración, como signo de comunión de toda la Iglesia de Talca, se hizo entrega de la “cruz del misionero” a todas las parroquias, unidades pastorales, establecimientos educacionales, movimientos apostólicos, departamentos e instituciones de la Diócesis.